Arte porque me gusta. Gusano porque no soy nadie. Digital porque es online.

martes, junio 28, 2005



Cap de Creus. Una pequeña cala difícil de encontrar. Una casita. Mar en calma. Buen tiempo. Tranquilidad. Vino. Cerveza. Marihuana. Low. Josh Rouse. Sam Prekop. Death Cab For Cutie, Morrissey...

Esto ha sido mi fin de semana en el paraíso:
Tres días viviendo en una cala en la Costa Brava, sin luz ni agua corriente.

Todo se paró. Dejé atrás el ajetreo diario y me relajé como hacía tiempo que no hacía. Me pasé horas enteras mirando y escuchando el mar. Sin tensar ni un sólo músculo. Sin pensar. Disfrutando el momento. Fundiéndome en el entorno.

Ahora sólo me queda la nostalgia de ese momento idílico. Si, fue idílico, y eso que se nos comieron vivos los mosquitos, que mis piernas siguen siendo blanco-nuclear, que detrás de la música que nos amenizaba la noche sonaba siempre ese “rrrrrrrrrrrrr” de la burra para que pudiésemos tener electricidad para el equipo de sonido, que la playa fuese de piedras y no de fina arena, y que cada vez que entrabas en el agua lo más probable era resbalar con ellas.
Pero vivir en una pequeña cala, con un paisaje impresionante y una tranquilidad que ya creía imposible, no tiene precio.

4 Comments:

Blogger Iván Payá said...

Ufff...!! Si casi me quedo medio dormidillo con la descripción, qué relax, hija!! Jejeje... Qué suerte el poder pasar ratitos así en sitios como ése...

Me gusta tu blog. Muuucho... Nos veremos más por aquí.

Besos!!

4:38 p. m.

 
Blogger arckh said...

;)

10:46 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

dubi dubi du... (que no significa nada, mas que muestra de presencia)

2:42 a. m.

 
Blogger Unknown said...

Aj, la envidia me corroeeeee....

8:35 a. m.

 

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